Previamente al inicio de la actividad, todo contribuyente tiene la obligación de comunicar a la Agencia Tributaria el inicio de la misma, sus obligaciones fiscales y tributarias y optar por un régimen tributario, esta obligación se cumple con la presentación del modelo 036/037 de Declaración Censal.
Las personas físicas, dependiendo de la actividad empresarial que van a realizar pueden acogerse al sistema de estimación objetiva del IRPF y simplificado del IVA, conocido comúnmente como módulos, o al sistema de estimación directa o de contabilidad.
La principal diferencia entre ambos es que mientras el sistema de contabilidad basa el cálculo de los impuestos en la diferencia entre ingresos y gastos (pudiendo obtener la actividad beneficios o pérdidas), el régimen de módulos se basa en índices objetivos que establece la orden ministerial, con independencia de los resultados reales de la actividad. Los índices más comunes suelen ser el número de empleados, la superficie del local o la potencia fiscal del vehículo. A estos índices se les da un valor económico.